Examen del cáncer oral
Según una investigación realizada por la Sociedad Americana del Cáncer, cada año se diagnostican más de 30.000 casos de cáncer oral. Más de 7.000 de estos casos acaban con la muerte del paciente. La buena noticia es que el cáncer oral puede diagnosticarse fácilmente con un examen anual y tratarse eficazmente cuando se detecta en sus primeras fases.
El cáncer oral es un proceso patológico que comienza con una fase asintomática durante la cual los signos habituales del cáncer pueden no ser fácilmente perceptibles. Esto hace que los exámenes de cáncer oral realizados por el dentista sean de vital importancia. Los cánceres orales pueden ser de diversos tipos histológicos, como teratoma, adenocarcinoma y melanoma. El tipo más común de cáncer oral es el carcinoma maligno de células escamosas. Este tipo de cáncer oral suele originarse en los tejidos del labio y la boca.
Hay muchos lugares diferentes en la cavidad oral y la región maxilofacial en los que suelen aparecer los cánceres orales, entre ellos:
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Labios
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Boca
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Lengua
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Glándulas salivales
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Región orofaríngea (garganta)
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Encías
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Cara
Razones para someterse a exámenes de cáncer oral
Es importante señalar que alrededor del 75% de los cánceres orales están relacionados con comportamientos modificables como el tabaquismo, el consumo de tabaco y el consumo excesivo de alcohol. Su dentista puede proporcionarle información y formación sobre cómo cambiar su estilo de vida y dejar de fumar.
Cuando el cáncer oral se diagnostica en sus primeras fases, el tratamiento suele ser muy eficaz. Cualquier anomalía perceptible en la lengua, las encías, la boca o la zona circundante debe ser evaluada por un profesional sanitario lo antes posible. Durante el examen del cáncer oral, el dentista y el higienista dental examinarán cuidadosamente las regiones maxilofacial y oral en busca de signos de cambios patológicos.
Los siguientes signos se investigarán durante un examen rutinario de cáncer oral:
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Manchas rojas y llagas – Las manchas rojas en el suelo de la boca, la parte anterior y los lados de la lengua, las manchas blancas o rosadas que no cicatrizan y las llagas de cicatrización lenta que sangran con facilidad pueden ser indicativas de cambios patológicos (cancerosos).
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Leucoplasia – Se trata de una lesión endurecida de color blanco o gris, ligeramente elevada, que puede aparecer en cualquier parte del interior de la boca. La leucoplasia puede ser cancerosa o convertirse en cancerosa si no se busca tratamiento.
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Bultos – El dolor, los bultos o el engrosamiento general del tejido en cualquier parte de la garganta o la boca pueden ser señal de problemas patológicos.
Exámenes, diagnóstico y tratamiento del cáncer oral
El examen del cáncer oral es un proceso completamente indoloro. Durante la parte visual del examen, el dentista buscará anomalías y palpará la cara, los ganglios y el cuello en busca de bultos inusuales. Los láseres que pueden resaltar los cambios patológicos también son una herramienta maravillosa para los controles del cáncer oral. El láser puede «buscar» bajo la superficie signos y lesiones anormales que serían invisibles a simple vista.
Si se aprecian anomalías, lesiones, leucoplasia o bultos, el dentista realizará una impresión diagnóstica y un plan de tratamiento. En caso de que el plan de tratamiento inicial sea ineficaz, se realizará una biopsia de la zona. La biopsia incluye una evaluación clínica que identificará el estadio y el grado precisos de la lesión oral.
Se considera que hay cáncer oral cuando se ha roto la membrana basal del epitelio. Los tipos malignos de cáncer pueden extenderse fácilmente a otros lugares de las regiones oral y maxilofacial, lo que supone amenazas secundarias adicionales. Los métodos de tratamiento varían en función del diagnóstico preciso, pero pueden incluir escisión, radioterapia y quimioterapia.
Durante las revisiones semestrales, el dentista y el higienista buscarán minuciosamente cambios y lesiones en la boca, pero al menos una vez al año debería realizarse un cribado exhaustivo del cáncer oral.
