Procedimientos regenerativos
La enfermedad periodontal es una afección progresiva extremadamente grave que puede provocar la pérdida de dientes si no se trata. La enfermedad periodontal se produce cuando una infección bacteriana en las bolsas de las encías hace que el hueso y el tejido gingival se separen de los dientes. La calidad y cantidad de hueso y tejido gingival se reducen considerablemente a medida que las bolsas de las encías siguen profundizando. Afortunadamente, un diagnóstico precoz combinado con procedimientos regenerativos eficaces puede detener la progresión de la enfermedad y salvar los dientes.
Existen muchos procedimientos dentales regenerativos para devolver la salud a las encías, el hueso y los dientes. A continuación se enumeran los procedimientos regenerativos más utilizados:
Regeneración ósea
Los implantes dentales y otros procedimientos restauradores dependen de que el hueso maxilar sea lo suficientemente fuerte y grueso. Cuando la enfermedad periodontal se ha arraigado, el hueso maxilar puede haberse vuelto demasiado fino para soportar con éxito un implante. La regeneración ósea natural (o injerto óseo) es una de las mejores formas de promover el crecimiento y engrosar el hueso maxilar.
Inicialmente, el material de injerto óseo se obtiene de otra parte del cuerpo o de un banco de huesos. Las encías se retraen suavemente y se realiza una abertura en el hueso maxilar, donde el material de injerto se empaquetará firmemente. Se utiliza una membrana para mantener la forma del hueso nuevo, y pueden aplicarse proteínas estimulantes del tejido y un factor de crecimiento rico en plaquetas para acelerar la cicatrización. La zona quirúrgica se sutura y se rellena con material protector. El hueso se regenerará de forma natural y será lo suficientemente fuerte como para soportar un implante.
Regeneración del tejido gingival
La regeneración del tejido gingival suele realizarse mediante injertos de encía. Cuando se ha perdido tejido gingival como consecuencia de una enfermedad periodontal, la sonrisa puede parecer descolorida, dentada o desagradable. El objetivo de un injerto de encía es contornear simétricamente la línea de la encía, cubrir las raíces dentales expuestas y restaurar la salud de las encías. Inicialmente, se extraerá una pequeña tira de tejido del paladar y se colocará en el centro de una incisión de grosor parcial en la zona receptora. La zona quirúrgica se cubrirá con una membrana protectora que favorece la regeneración tisular, se recubrirá de factor de crecimiento rico en plaquetas y proteínas estimulantes del tejido y, a continuación, se suturará para cerrarla. El tejido blando que rodea los dientes se regenerará de forma natural, produciendo una sonrisa sana.
Cirugía de reducción de bolsas
El objetivo de la cirugía de reducción de bolsas es reducir la profundidad de las bolsas de las encías y dificultar en gran medida que las bacterias invadan el tejido gingival. Inicialmente, se retira el tejido gingival de los dientes y se limpia a fondo la zona subgingival con anestesia local. Puede ser necesario un raspado exhaustivo para eliminar por completo la placa, los restos y el sarro de debajo de la línea de las encías. A continuación, puede aplicarse un agente antimicrobiano en la zona afectada para eliminar las bacterias restantes y se sutura la zona quirúrgica. La cirugía de reducción de bolsas es muy eficaz para detener la pérdida de tejido y favorecer la cicatrización natural de las encías.
Raspado y alisado radicular
El término «raspado» se refiere a la eliminación de la placa y el sarro de la región supragingival (por encima de la línea de las encías). Este tratamiento suele realizarse en el transcurso de una limpieza profesional rutinaria, y se lleva a cabo con anestesia local. El alisado radicular suele acompañar al raspado y se realiza en la región subgingival (por debajo de la línea de las encías). Inicialmente se eliminan el sarro y las toxinas y, a continuación, se alisa la raíz del diente para favorecer una buena cicatrización del tejido gingival. El alisado de la raíz del diente proporciona una zona lisa que impide la recolonización de bacterias. Si estos procedimientos no erradican por completo la infección, pueden ser necesarias medidas quirúrgicas.
