Recesión de las encías
La recesión gingival (encías retraídas) se refiere a la pérdida progresiva de tejido gingival, que puede acabar provocando la exposición de la raíz del diente si no se trata. La recesión de las encías es más común en adultos mayores de 40 años, pero el proceso puede comenzar en la adolescencia.
La recesión de las encías puede ser difícil de autodiagnosticar en sus primeras fases porque los cambios suelen producirse de forma asintomática y gradual. Las revisiones dentales periódicas ayudarán a prevenir la recesión de las encías y a evaluar los factores de riesgo.
Los siguientes síntomas pueden ser indicativos de recesión de las encías:
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Dientes sensibles – Cuando las encías se retraen lo suficiente como para dejar al descubierto el cemento que protege la raíz del diente, los túbulos dentinarios que se encuentran debajo se vuelven más susceptibles a los estímulos externos.
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Raíces visibles – Esta es una de las principales características de un caso más grave de recesión de las encías.
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Dientes más largos – Las personas que sufren recesión gingival suelen tener una sonrisa «dentada». La longitud de los dientes es perfectamente normal, pero se ha perdido tejido gingival, lo que hace que los dientes parezcan más largos.
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Halitosis, inflamación y sangrado – Estos síntomas son característicos de la gingivitis o enfermedad periodontal. Una infección bacteriana hace que las encías se retraigan de los dientes y puede causar la pérdida de dientes si no se trata a tiempo.
Causas de la recesión de las encías
La recesión de las encías es un problema increíblemente extendido que los dentistas diagnostican y tratan a diario. Es importante examinar a fondo las zonas afectadas y hacer un diagnóstico preciso del problema subyacente real. Una vez determinada la causa de la recesión de las encías, pueden realizarse procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos para detener el avance de la recesión y evitar que se produzca en el futuro.
Las causas más comunes de la recesión gingival son:
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Cepillado demasiado agresivo – Un cepillado excesivo puede ser casi tan peligroso para las encías como un cepillado insuficiente. Cepillarse los dientes con demasiada fuerza o con un cepillo de cerdas duras puede erosionar el esmalte dental en la línea de las encías e irritar o inflamar el tejido gingival.
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Mala higiene bucal – Cuando el cepillado y el uso del hilo dental no se realizan correctamente o no se realizan en absoluto, la acumulación de placa puede empezar a afectar a los dientes. La placa contiene diversas toxinas bacterianas que pueden favorecer la infección y erosionar el hueso maxilar subyacente.
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Tabaco de mascar – Cualquier tipo de consumo de tabaco tiene efectos devastadores en toda la cavidad bucal. El tabaco de mascar, en particular, agrava el revestimiento gingival de la boca y provoca la recesión de las encías si se utiliza de forma continuada.
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Enfermedad periodontal – La enfermedad periodontal puede ser consecuencia de una higiene bucal inadecuada o estar causada por enfermedades sistémicas como la diabetes. El exceso de azúcares en la boca y el estrechamiento de los vasos sanguíneos que sufren los diabéticos crean un entorno perfecto para las bacterias bucales. La bacteria causa una infección que progresa cada vez más profundamente en la encía y el tejido óseo, provocando finalmente la pérdida del diente.
Tratamiento de la recesión de las encías
Cada caso de recesión de las encías es ligeramente diferente, por lo que existen numerosos tratamientos. En primer lugar, hay que abordar la naturaleza del problema que causó la recesión.
Si las técnicas de cepillado demasiado agresivas están erosionando las encías, se debe utilizar un cepillo de dientes más suave y una técnica de cepillado más suave. Si la mala higiene bucal es un problema, puede recomendarse una profilaxis (limpieza dental profesional) para eliminar los restos y bacterias de las bolsas de las encías. En el caso de una acumulación severa de sarro, se realizará un raspado y alisado radicular para curar la inflamación gingival y limpiar los dientes.
Una vez abordada la causa de la recesión gingival, puede recomendarse una cirugía de carácter más cosmético o restaurador. La regeneración del tejido gingival y el injerto de encía son dos formas excelentes de restaurar la simetría natural de las encías y hacer que la sonrisa tenga un aspecto más estético.
